PAULINO CÁRDENAS
No hay duda de que a los priístas se les acabó la paciencia. Ahora le increpan a Felipe Calderón que ya se le olvidó que gracias al apoyo del tricolor llegó a la Presidencia. Además le advierten que no permitirán que les ponga escollos para llegar nuevamente a Los Pinos y que ya es hora de poner un hasta aquí a esa intención, coincidieron en señalar diputados y senadores del Revolucionario Institucional. Por lo pronto, el senador Manlio Fabio Beltrones dijo que pese a toda la colaboración del Poder Legislativo, al Gobierno de Calderón «no se le quita lo inepto».
Esa actitud beligerante de la cúpula priísta da una idea clara de lo que habrá de ser el tono de los trabajos que en unos días más comenzarán en el Congreso de la Unión, con respecto a las iniciativas y propuestas del jefe del Ejecutivo, que habrán de ser analizadas y en su caso aprobadas por la 61 Legislatura en la que se plantearían diversas reformas y el paquete fiscal para el ejercicio presupuestal 2011.
Beltrones, quien asumirá el próximo 1 de septiembre el liderazgo de la Cámara de Senadores, manifestó: «Hemos concluido que, no obstante todas las modificaciones a las distintas leyes que hemos hecho en los últimos tres años para dar mejores instrumentos al Gobierno en turno, no han servido para que nos dé mejores condiciones de seguridad en los últimos años».
Sobre el anuncio que anda haciendo en su periplo por los medios electrónicos, de que en el próximo período de sesiones del Congreso, no planteará aumento de impuestos, el senador sonorense Beltrones expresó con sorna: «Sólo eso faltaba, que el gobierno federal y el Presidente quisieran más impuestos. Ya con los que tenemos es suficiente, y que no han dado resultados. Este es un gobierno rico, con resultados pobres», afirmó.
En Acapulco, luego de revisar la agenda con la que participarán en el Palacio Legislativo de San Lázaro, los priístas habían señalado que Felipe Calderón trataba de ocultar la verdad sobre una posible debacle económica del país, a lo que el mandatario panista respondió que «no hay tal desastre económico», como acusó ese partido que es en todo caso el culpable de lo que el país ha vivido en cuanto a desastres económicos, cuando había inflación de hasta 150% y la gente salía a comprar cosas porque al día siguiente subirían de precio.
Por su parte Beariz Paredes Rangel, dirigente del PRI, había dicho en Tonatico, Estado de México, donde se celebró la plenaria de diputados del tricolor, que al gobierno federal y al PAN ya se les olividó que cuando los necesitaron los llamaron para formar coaliciones y ahora piensan que pueden ignorarlos. «¡Qué olvido!, ¡se les olvida quiénes somos la mayoría!», advirtió.
Francisco Rojas, coordinador de la bancada priísta, dijo que su partido no puede permanecer pasivo ante los ataques del Gobierno federal y el blanquiazul. «El espectáculo cínicamente mostrado por el Gobierno y su partido, para acosar y tratar de derribar al PRI, no puede ser, ni debe ser una opción que aceptemos pasivamente».
Ni duda de que ese tono es el que habrá de darse en los trabajos legislativos que se avecinan, y que comenzará con la instalación de los trabajos en el Congreso el miércoles 1 de septiembre, y con el envío por escrito del IV Informe de gobierno del mandatario panista, en un escenario en donde los legisladores de su partido, el PAN, habrán de hallar muchos escollos para lograr que avancen las propuestas e iniciativas que haga el jefe del Ejecutivo al Legislativo.
A no ser que su debilidad por los privilegios y el dinero presupuestado para ellos –y que ellos mismos aprobarán– los afloje. Por lo pronto, los 237 legisladores priístas acaban de estrenar sus iPad de Apple cada uno, con un costo por unidad de diez mil pesos, por supuesto a cargo del erario. El presupuesto que les pudiera tocar en el 2011 a gobernadores y alcaldes priístas, además del monto de gastos para su partido, sería la ‘criptonita’ que Calderón pudiera usar contra ellos para debilitarlos.