PAULINO CÁRDENAS
El distanciamiento entre el presidente Felipe Calderón y los líderes de las bancadas priístas en el Congreso que quedó de manifiesto en el pasado ‘Diálogo por la Seguridad’ al que éstos no asistieron, volvió a aflorar esta semana y vuelve a haber críticas y discrepancias por lo que, a una semana de que inicien los trabajos del periodo de sesiones de la 61 lesgislatura que se instalará el próximo 1 de septiembre, las cosas, lejos de mejorar, siguen empeorando.
Al iniciar este lunes su reunión plenaria en Acapulco los senadores priístas aseguraron que hay riesgo de un colapso económico en el país y advirtieron que el gobierno de Felipe Calderón trata de ocultar esa realidad y no sabe qué hacer. Petróleos Mexicanos “va rumbo a la muerte; el IMSS está en virtual quiebra a tal grado que no podrá pagar pensiones en 2012, y al Banco de México lo descapitalizaron”, señalaron.
Dijeron que a escasas dos semanas de que venza el plazo para la entrega del paquete económico para el próximo año, no hay ningún acercamiento del gobierno federal con los legisladores del partido tricolor, que de la oposición son los que tienen la sartén por el mango en el Congreso, y que en sus manos quedará discutir y aprobar la agenda legislativa del periodo de sesiones que se avecina.
El comentario de los senadores priístas sobre la suerte de Pemex, de que ‘va rumbo a la muerte’, coincidió con el anuncio que hizo el mismo lunes el director de la paraestatal, Juan José Suárez Coppel, de que México analiza la posibilidad de importar cierto tipo de crudo para el sistema de refinación.
En conferencia de prensa, el funcionario señaló que esta posible importación de crudo dependerá de los precios, y lo más probable es que vaya para las refinerías de Salina Cruz y Madero. La titular de la secretaría de Energía, Georgina Kessel, aclaró que esto no significa que México va a dejar de ser exportador.
“Seguirá siendo exportador neto de crudo, de acuerdo con las cifras que tenemos actualmente”. El asunto tendrá de ser explicado más ampliamente ya que se presta a confusión y críticas, lo que sin duda por un lado será aprovechado por el tabasqueño aspirante a la Presidencia en el 2012, Andrés Manuel López Obrador, y por otro le estaría dándole razón a los priístas sobre la suerte futura de Pemex.
Las fracciones del PRI en ambas Cámaras legislativas anunciaron que trabajarán coordinadamente en los temas principales de la agenda, y que incluso se conformará una comisión bicameral para revisar la minuta, aprobada ya en el Senado, que legaliza la participación temporal del Ejército en el combate al narcotráfico.
Manlio Fabio Beltrones –quien ha insistido en que Felipe Calderón asista al Senado a debatir asuntos de seguridad y otros temas, garantizándole un ambiente solemne, sin faltas de respeto al Ejecutivo–, manifestó que hay dos ejes que no podrán modificarse de la agenda lesiglativa: el referente al respeto irresctricto a los derechos humanos durante los operativos militares, y a la intención de que el mando de éstos recaiga en autoridades civiles.
Todo empezará a concentrarse en la fórmula de ingresos que propondrá el jefe del Ejecutivo al Legislativo para el 2011, en donde, según Felipe Calderón «no habrá una propuesta de alza de impuestos para el paquete fiscal 2011»; por el contrario, dijo, se buscará una propuesta «que no significa reducir impuestos», si no «buscar una propuesta que reduzca enormemente la tramitología administrativa»(¡¿?¡)
Los diputados priístas niegan que en el próximo periodo de sesiones de la 61 legislatura vayan a aprobar el IVA en alimentos y medicinas. ¿Será? Por su parte el mandatario panista trae bajo la manga proponer un ‘impuesto de guerra’ para inyectárselo al combate al crimen organizado, que favorecería a los gobiernos estatales y municipales –la mayoría priístas–, además de la federación. En su momento habrá que ver a qué acuerdos llegan, seguramente por debajo de la mesa.