PAULINO CÁRDENAS
Las declaraciones de Andrés Manuel López Obrador de que “voy a buscar la candidatura” para el 2012 con un partido que lo apoye, despertó de su letargo a la izquierda sometida. El primero en respingar fue el jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, a quien ya le andan endulzando el oído para hacerle creer que podría llegar a ser el posible candidato de otra alianza ‘antinatura’ PAN-PRD para ser Presidente en el 2012, la misma fórmula de la desfondada derecha que con una izquierda urgida de una bocanada de oxígeno, ganó la gubernatura en tres estados el pasado 4 de julio.
El triunfo fue paradójicamente con candidatos ex prístas como Gabino Cué en Oaxaca, Rafael Moreno Valle en Puebla y Mario López Valdez en Sinaloa; eso puso eufóricos a los dirigentes de la coalición ‘antinatura’ como les llamó el senador priísta Manlio Fabio Beltrones, quienes no paran de festejar y, aunque lo nieguen, ya se corren apuestas de que repetirán la dosis para el 2011 y posiblemente para las presidenciales del 2012. Todo mundo sabe que esos partidos, si fueran solos, perderían.
Por ello el PRI anda preocupado. Con su candidato más adelantado, Enrique Peña Nieto, y su partido satélite, al tricolor no le alcanzaría para ganar en el 2012, sin muchos votos del DF, y si PAN y PRD vuelven a jugársela en alianza para las elecciones presidenciales. Hay expectación por saber cómo irán estos dos partidos para los comicios del estado de México del año próximo, aunque todo mundo sospecha que repetirán la fórmula e irían nuevamente de la mano.
Si así fuera, y si como se comenta en los corrillos políticos Alejando Encinas fuera el candidato de esa alianza derecha-izquierda para competir por la gubernatura mexiquense, es probable que el triunfo le pudiera favorecer a esta coalición, lo que la pondría en ventaja de cara al 2012 y ya no habría dudas de que para las presidenciales irían juntos otra vez, para frenar la llegada del PRI a Los Pinos.
Una excepción sería Michoacán en 2011 donde podría surgir otro ensayo; se habla de que el PAN podría hacer migas con el PRI para designar a una sola opción como alianza que quizá tenga nombre de mujer, y esa mujer podría ser la hermana de Felipe Calderón, Luisa María, ex diputada y ex senadora panista, a quien algunos llaman ‘la hermana incómoda’.
La declaración hecha la semana pasada por López Obrador no sólo turbó a Marcelo Ebrard y a la izquierda light que representa Jesús Ortega a quien ya le gustaron las alianzas ‘antinatura’, sino ya puso a pensar a la dirigencia del PAN y hasta del PRI en donde el tabasqueño tiene buenos amigos, empezando por la dirigente de este partido, Beatriz Paredes Rangel
Cuando todo mundo daba por muerto al tabasqueño, de pronto se autodestapó ya formalmente y dijo que lo anunciaba ‘de una vez’, porque, explicó, después de las elecciones presidenciales del 2006 quedó la impresión de que sólo existen el PRI y el PAN. En realidad quiso saber qué reacción tendría la izquierda, léase el PRD, al anunciar que sí va nuevamente en busca de la Presidencia para el 2012.
¿Si el perredismo y el jefe del gobierno capitalino no se doblegan a sus designios qué partido apostaría por su candidatura? Aunque el tabasqueño dice detestar al PRI-AN como él les llama porque afirma que ambos partidos representan a la oligarquía y a la mafia del poder, paradójicamente de ahí podría salir el partido que lo apadrine para el 2012, porque el PRD prefirió ofrecerle al PAN-gobierno lo poco que le queda.
El anuncio de AMLO despertó de su letargo al PRD y a Ebrard a los que evidentemente agarró desprevenidos la decisión del tabasqueño de lanzar su candidatura para el 2012; además puso en alerta al PAN, en tanto que al PRI le abrió desde ahora la posibilidad de tener bateador designado en caso de que su estrella mexiquense, Enrique Peña Nieto, por alguna razón ajena a la política diga ‘zafo’ a la hora de las decisiones.
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